A título personal considero que
la Dominación Femenina es la más sublime y hermosa dentro del BDSM, ceder el
poder a una Mujer es algo que llena de placer, escribir sobre este tema puede
ser subjetivo ya que cada uno vive la relación con su Ama de manera distinta…
es por eso que creo importante compartir un texto encontrado en Manuales Bdsm N°2 pag.17, espero lo
disfruten;
Por Mistress Kalista.
Podría escribir sobre protocolos
o temas, sobre prácticas diversas, técnicas y sus medidas de seguridad a tomar
pero al final se quedaría en un escrito quizás algo seco, mientras la Dominación
Femenina, a mis ojos, es mucho más que una combinación de prácticas y técnicas,
protocolos a seguir o temas que tener en cuenta.
Hay muchas variantes en la
Dominación Femenina, (quizás más que en la Dominación Masculina), entre ellas
la de “Diosa”, la “Reina”, la “Domina estricta” y la de “Autoridad Femenina
Amorosa”…
Mi camino se puede definir como
el de la “Autoridad Femenina Amorosa” donde gran parte está formada por la
bondad y complicidad entre mi sumiso y yo y como no, el amor que nos une, la
sinceridad, complicidad y disponibilidad de conseguir lo que ambos deseamos.
Desde siempre el bienestar, el
respeto y el placer han tenido la máxima importancia en mis relaciones y quizás
es importante exponer que la Dominación Femenina no siempre ha sido mi terreno,
sino que al principio entre en este mundo del BDSM por el camino de “sumisión”,
pues pensaba que iba mano a mano con el masoquismo.
El gran cambio llego cuando más y
mas cuenta me daba de que no quería ser dominada, por mucho que me gustaran
ciertas prácticas de S/M, sino que deseaba llevar el control, y me sentía
preparada para asumir el papel de Dominante.
Para mí, desde que tome la
decisión de optar por el camino de la Dominación, se ha hecho una forma de
vida, donde sobre todo hay lugar de expresión libre, tanto en pensamientos como
en gustos y deseos y donde siempre habrá respeto para la persona; teniendo en
cuenta el placer y el bien de las dos personas en la relación, pero quedando
muy claro el papel de cada uno.
Hacer ese cambio de rol, por muchos
aficionados al BDSM está considerado como algo “poco serio” y las cosas que he tenido que aguantar al
principio de cambiar mi “rol” han dolido bastante. Es fácil decir a alguien es
una “pseudo ama” por haber sido antes sumisa, fácil también es menospreciar a
otras personas por no pensar de la misma manera.
Pero tomar el primer paso en la Dominación
al final ha resultado ser la más gratificante de las decisiones que he tomado
en mi vida.
La primera vez que tuve a un
hombre arrodillado a mis pies, esperando mis ordenes y con algo de
incertidumbre de lo que iba a pasar, es algo que, hasta el día de hoy, me sigue
emocionando.
Ver que estaba completamente
depilado de arriba abajo, solo por haberle mencionado que no me gustaba el pelo
corporal aun me llena…
Sentir a otra persona temblando
de excitación bajo mis acaricias, ya sea con las manos o con cualquier tipo de
artilugio (fusta, látigo, etc.), sentir el poder de llevar la escena, tomar las
decisiones y ver las reacciones de mi sumiso, su entrega hacia mí y ver cómo se
desarrolla (y nos desarrollamos) en nuestra relación, es de las cosas más
poderosas que me puedo imaginar.
La Dominación Femenina también me
resulta un camino lleno de sorpresas, desvíos que no me había esperado antes,
un camino que me da muchas y más posibilidades de las que me había esperado y
donde me siento más segura de mi misma.
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