También conocida bajo las siglas
D/s, es un conjunto de costumbres, comportamientos y prácticas sexuales,
centradas en relaciones de consenso. En
esta relación existe dos roles:
El Dominante: es el que controla
la persona sumisa. Es el que “recibe” el poder, da las órdenes y propina los
castigos.
El sumiso/a: es quien acepta lo
que el ser Dominante ordene, es quien entrega el poder, el que va ha ser
mandado y castigado porque no tiene otra opción.
Ambos obtienen el placer de una
experiencia compartida y de eso se trata el BDSM, que es la denominación usualmente
empleada para designar una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas
entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema convencional.
Una relación D/s se basa
primordialmente por la confianza, comunicación entre ambos, ética profunda y
respeto mutuo, donde la exploración de emociones a través de la fuerza, se
realiza en un lugar y ambiente seguro.
Esto es proveído generalmente por
el sumiso, para prevenir que el Dominante pueda traspasarlos límites físicos y
emocionales. En este se realizan actividades de humillación o “juegos mentales”,
porque los sumisos pueden o no darse cuenta del límite emocional hasta que lo cruza.
Es comprensible aquí el miedo a
que el otro tome un control que uno ya no posee, pero si uno de estos límites
supera la brecha de este submundo, el dominante cesara su actividad
inmediatamente y conversara este punto con el sumiso, de una manera suave y
comprensiva.
La mayoría de los D/s buscan en estas prácticas un estilo negociable
y que haya cierta intensidad, confianza e intimidad, que son las necesarias
para permitir que una relación sea posible con puntos en común. No hay que
esperar recompensas, aunque vaya a obtenerlas, su determinación ha de venir de
esta entrega, aunque la gratificación bien administrada por parte del Amo y
puede que aprecie el regalo que le ofrece la persona sumisa. Puede que sea un
ingrediente esencial a la hora de que el sumiso pueda seguir superando sus
límites para entregarse por completo.
Es importante resaltar que la D/s
es una característica personal, y que cada individuo pude tener un grado
distinto. Una relación entre D/s puede ser sexual o no, a largo o corto plazo,
intima o anónima. Hay algunos D/s llamados “switches”, a quienes les gusta
jugar alternativamente en cada rol, actuando a veces como Dominante y otras
como sumiso.
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